Un día, Raquel nos trajo a clase unas galletas que había comprado y nos dijo que eran para escribir y después nos podríamos escribir lo escrito.
La verdad que fue divertido ver cómo formaban sus nombres y apellidos y después palabras a su aire, escritas como se les ocurría y al final nos las comimos.
Al día siguiente, con ayuda de unas tarjetas grandes del abecedario, en asamblea y entre todos escribimos palabras relacionadas con el Carnaval que estábamos celebrando.
La verdad que fue divertido ver cómo formaban sus nombres y apellidos y después palabras a su aire, escritas como se les ocurría y al final nos las comimos.
Al día siguiente, con ayuda de unas tarjetas grandes del abecedario, en asamblea y entre todos escribimos palabras relacionadas con el Carnaval que estábamos celebrando.
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